¿Que es el Tiris? - KulturSahar. Asociación Vasco-Saharaui de la Evolución Cultural

Vaya al Contenido



 Constituye el Tiris una vastísima planicie cristalina precámbrica que ocupa todo el tercio suroriental del Sahara Occidental, y que se prolonga sin solución de continuidad por el territorio vecino de Mauritania en sus frentes oriental y meridional.

 El área que nosotros investigamos y trabajamos en los “territorios liberados” del Sahara Occidental alcanza una superficie próxima a los 30.000 km².

 En su tránsito interno, se ofrece el Tiris como una grandiosa región allanada por los diferentes procesos y ciclos de erosión, en la que en ciertas partes asoman particulares formatos montañosos intrusivos, de morfología redondeada o cordiforme, a la manera de inselberges, o especies de “montes-islas”, e, incluso, de verdaderas cadenas montañosas, de perfiles aserrados o denticulados, y de abruptas pendientes formadas de negruzcos materiales magmáticos que le otorgan una cierta apariencia volcánica. Junto a ello, en algunos tramos puntuales, se encuentra invadida por campos de dunas de cierta envergadura. En general, hay que remarcar, por otra parte, que se trata de una región árida y con muy escasas reservas de agua.

Por otro lado, el Tiris constituye un espacio simbólico, mitológico, ritual: en el que se funden especulaciones y creencias ancestrales de los antiguos pobladores. Un espacio particular, singular… Así, para una gran parte de los saharauis, según relataba J. Caro Baroja, es el más bello de los rincones saharianos. Y no en vano ha sido la región, tradicionalmente, preferida para ser cantada y loada por sus poetas… Y, al mismo tiempo, ha configurado una verdadero territorio de unión, de cohesión y de atracción para una gran parte de los habitantes del Occidente sahariano: deviniendo históricamente una especie de crisol en el que se han fundido una pluralidad de colectivos humanos nómadas desplazados desde muy distantes áreas del todo el Gran Oeste del Sahara: desde el Alto Atlas a los ríos Senegal y Níger, y desde las orillas del Atlántico a las tierras saharianas interiores próximas ya a los Tuareg.

  En este propósito, resulta muy ilustrativo el comentario que L. C. Faidherbe, quien fuera gobernador del Senegal y fundador de Dakar, redactara a mediados del siglo XIX a propósito de las tierras del Tiris y que, se seguido, traducimos del francés: “Entre esta sebja [en referencia a la de Idjil, en la parte mauritana del Tiris y cerca de la actual ciudad de
Zouerat] y el mar [es decir, el Océano Atlántico], se encuentra un país que no está indicado en ningún mapa ni en ninguna geografía, y cuyo nombre, sin embargo, está continuamente en boca de todos los que hablan de esta parte de África o que la pueblan o que la recorren: es el Tiris.

 Mas, ¿qué es el Tiris? Es un país donde no hay ni un pueblo ni un árbol, ni, por supuesto, el más pequeño arroyo; hasta aquí no parece importante hacerlo figurar en los mapas. Ahora bien, de octubre a mayo, se cubre de pastos, y todas las tribus, desde el Oued Nun, al norte, hasta el Senegal, al sur, y hasta el Tichit, al este, es decir, los habitantes de un espacio de 40.000 leguas cuadradas [o de alrededor de 1.250.000 km²], se dirigen hacia el Tiris con sus rebaños de dromedarios y de ovicaprinos para encontrar allá la hierba; el Tiris se extiende hasta el mar [el Océno Atlántico]. Por el contrario, durante nuestra temporada húmeda de Senegal, de junio a octubre, la estación de las lluvias, no hay ya hierba alguna en el Tiris, y las tribus regresan cada una a su país, en donde encuentran entonces pastos. Este año, incluso, el mismo Mohammed el Habib, chej de Trarza, fue hasta el Tiris.

 Es, por lo tanto, un nombre que debe figurar sobre el mapa, pues juega un gran papel en la existencia de las poblaciones de toda esta parte del Sáhara” (Faidherbe, L. C. 1859. “Renseignements géographiques sur la partie du Sahara comprise entre le Oued Noun et le Soudan, in: Nouvelles Annales des voyages, t. III, aôut 1859, p. 129-156 [p. 130-131]).
 Un breve y revelador relato, preciso y precioso, de la geografía humana del Tiris y de la significación de esta tierra en los colectivos humanos de un buen tramo del Noroeste de África. Una referencia territorial de primera magnitud para los nómadas que, por el contrario, ha venido constituyendo uno de los marcos del Oeste sahariano científicamente más ignorados en relación al conocimiento del pasado cultural. Precisamente, este fue, entre otros, uno de los argumentos de peso que decantaron la elección del Tiris como particular escenario de organización y ensayo de nuestras investigaciones.

Regreso al contenido